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Resultado de su más reciente investigación de campo, el OIT enciende el “foco rojo” sobre el abuso sexual comercial en Puerto Vallarta.
A partir de los estudios sociales realizados por el Observatorio Integral Turístico – OIT, dentro del Programa “Vías” de la AEBBA, en Puerto Vallarta se detectó una actividad comercial de niños, niñas y adolescentes en un mercado que encaja en el abuso sexual infantil fuera de control, prevención o intervención de las autoridades competentes.
El estudio reciente del OIT revela la actividad comercial sexual de los “twink” o “twank” en un ambiente de prostitución de jóvenes, a través de una red identificada en la mayoría de las aplicaciones de citas gay que en términos generales hacen referencia a homosexuales que apenas superan la mayoría de edad o con aspecto de adolescente y el “sugar daddy”, en un intercambio sexual a cambio de favores económicos.
La información recolectada en campo por el Observatorio Integral, a través de entrevistas a actores e informantes clave dentro del sector servicios en el turismo, explica cómo la realidad social del comercio sexual de menores está presente en zonas de la ciudad identificadas con una importante actividad relacionada con los “twinks”.
Puerto Vallarta es uno de los destinos turísticos reconocidos a nivel internacional como “gay friendly”, lo que ha traído consigo en las últimas décadas una importante entrada de divisas de este segmento de alto poder adquisitivo y una dinámica social y económica única e incluyente en la zona centro – sur de la ciudad.
La investigación revela con base en testimonios locales, que la principal actividad se concentra en la zona romántica de Puerto Vallarta. Se señala que los puntos de encuentro son los clubes de playa con medidas laxas de ingreso o eventos como las llamadas “fiesta en alberca” a las que adolescentes acuden en busca de un “sugar daddy”. El acceso de menores de edad a los establecimientos se facilita por el dinero que genera al negocio, puesto que regularmente el “twink” invita a otros amigos.
En el caso del ingreso a hoteles con menores, se identifica que en la cadena que involucra a empresas de alojamiento en la explotación sexual comercial de infantes son principalmente aquellos que tienen poca vigilancia o son poco restrictivos, puesto que los estándares de seguridad que aplican pueden ser vulnerados de manera más fácil.
Del estudio del OIT, se desprende inicialmente la identificación de diversos espacios asociados a la comercialización sexual en establecimientos en el área de playa, así como alojamiento alquilado a través de plataformas electrónicas. Por otro lado, los centros de Spa o servicios de masaje son señalados también como espacios con alto grado de vulnerabilidad para ser utilizados como puntos de encuentro.
También se revela que la gran mayoría de los adolescentes que forman parte de esta problemática social en el segmento LGBT viven en zonas marginadas de Puerto Vallarta y mayoritariamente son del sexo masculino con cierto perfil acorde a lo que “demanda el mercado”. Son adolescentes de origen nacional diverso que son invitados vía aplicaciones web a visitar el destino y se quedan a vivir en la ciudad.
Testimonios recabados por el Observatorio Integral señalan que el período en el que se observa más el fenómeno de “turismo sexual” es en invierno, de noviembre hasta marzo. Agregado a eventos que suceden a lo largo del año.
Un mecanismo claramente identificado es el uso de las TICs (Tecnologías de la Información y la Comunicación) para el contacto con niños y adolescentes, éstas juegan un rol principal al reconocerse el uso de aplicaciones web a las que se accede sin mayor restricción para entablar comunicación con una posible víctima. Las aplicaciones utilizadas son Grindr, Scruff, Hornet y Facebook, por lo tanto, a veces los niños o adolescentes van a llegar solos, ni siquiera tienen que buscarlos.
