El abuso sexual infantil, un problema social por atender en la Zona Metropolitana PV-BB



En tiempos de pandemia, comienza a salir a la luz la estadística relacionada con el incremento de la violencia como parte de los efectos del confinamiento en casa, donde la convivencia familiar se volvió un factor de riesgo para la violencia intrafamiliar en diversos ámbitos, así lo revela el Observatorio Integral Turístico de Puerto Vallarta y Bahía de Banderas – OIT, al dar a conocer nuevas estimaciones de la violencia sexual infantil y juvenil en esta Zona Metropolitana resultado de la investigación aplicada este año.

El OIT dentro del Programa “Vías” de la Agenda Social de la Asociación de Empresarios de Puerto Vallarta y Bahía de Banderas – AEBBA, llevó a cabo una encuesta en jóvenes estudiantes universitarios de esta Zona Metropolitana con el objeto de conocer la incidencia de la violencia sexual durante la niñez y pre-adolescencia, a través de un instrumento electrónico con un nivel de confianza del 95 por ciento y un error de estimación de +/- 3.5 por ciento.

A partir de los resultados preliminares de este estudio, se obtuvieron estimaciones que revelan la incidencia del abuso sexual en niños, niñas y adolescentes víctimas, que entre las diversas variantes del abuso se encontraron el tocamiento, mostrar o mirar partes íntimas, mirar escenas sexuales o pornográficas como fotos, revistas o películas, forzamientos a relaciones sexuales bajo amenaza o usando la fuerza.

El OIT hace referencia a que la exposición a la violencia a edades tempranas ha sido señalada por la Organización Mundial de la Salud (OMS) como una amenaza al bienestar y afecta al desarrollo del cerebro, persistiendo el efecto en la edad adulta.

Así explica que el Abuso Sexual Infantil (ASI) es entendido como una forma de maltrato que frecuentemente se produce de forma simultánea o secuencial a otros tipos de violencia, lo que va a constituir un factor de riesgo para nuevas victimizaciones a manos de otras personas.

Se hace mención en este análisis del Observatorio Integral que si bien existen dificultades para establecer una definición única aceptada, un punto de convergencia es considerarlo como una forma de utilizar a los menores para la satisfacción sexual en la que se produce una asimetría de poder y de control sobre la víctima.

Con base en una amplia literatura sobre el tema, se menciona como uno de los aspectos más lamentables del ASI el hecho de que se comete en la mayoría de las ocasiones por personas muy cercanas a la víctima, lo que hace más complejo el problema social.

Estima el OIT que es difícil obtener información precisa sobre las tasas actuales de violencia, pero la aplicación de instrumentos como un mecanismo de recolección de información estadística para medir la violencia ejercida contra niñas, niños y adolescentes se convierte en una prioridad para atender esta compleja problemática social en el área Metropolitana Interestatal Puerto Vallarta – Bahía de Banderas.


EN PUERTO VALLARTA – BAHÍA DE BANDERAS

En este sentido y con relación al agresor, la investigación del OIT revela que en un 21.2 por ciento las víctimas son violentados por “vecino o conocido”, el 14.7 por ciento por “primo”, el 12.6 por ciento es víctima de un “tío” y el 11.4 por ciento por un desconocido, siendo los menos mencionados “padrastro o madrastra” con un 4.6 por ciento, “otro familiar” con 3.4 por ciento, “hermano” 2.8 por ciento y “abuelo” y “padre” 2.3 por ciento cada uno. En tanto que un 24.7 por ciento de encuestados contestaron “otro” sin indicar directamente a alguien, lo que pude inferir una renuencia a señalar a la figura o perfil del victimario.

Con relación al incremento de la violencia intrafamiliar, precisa que de acuerdo a las cifras del Secretariado Ejecutivo del Sistema Nacional de Seguridad Pública (SESNSP), las llamadas al 911 relacionadas con incidentes de violencia contra las mujeres tuvieron un incremento de 47.2 por ciento en los primeros 5 meses de 2020.